jueves, mayo 17, 2012

"Un norteamericano se acerca a un pescador medio adormilado de un pequeño pueblo de la costa mexicana y le pregunta: '¿Por qué no dedica usted más tiempo a pescar?' El mexicano responde que su trabajo cotidiano le permite atender de manera suficiente a las necesidades de su familia. El norteamericano pregunta entonces: '¿Qué hace usted el resto del tiempo?'. Me levanto tarde, pesco un poco, juego con mis hijos, echo la siesta con mi mujer, por la tarde quedo con mis amigos. Bebemos vino y tocamos la guitarra. Tengo una vida plena'. El norteamerico lo interrumpe: 'Siga mi consejo: dedique más tiempo a la pesca. Con los beneficios podrá comprar un barco más grande y abrir su propia factoría. Se trasladará a la Ciudad de México, y luego a Nueva York, desde donde dirigirá sus negocios'. '¿Y después?', pregunta el mexicano. 'Después podrá jubilarse, vivir en un pequeño pueblo de la costa, levantarse tarde, jugar con sus hijos, pescar un poco, echar la siesta con su mujer y pasar la tarde con los amigos, bebiendo vino y tocando la guitarra...' "