"Enésima noche de insomnio. Es horrible. La química ya no surte el efecto deseado; ni doblando la dosis consigo dormirme. Si no fuese por mis notorias adiposidades, sería el reflejo real de Trevor Reznic, el protagonista de "El maquinista". Envidio a aquellos que han desarrollado la asombrosa capacidad de ignorar lo que no desean. La mente, mi mente, me juega malas pasadas: ocurrencias y más ocurrencias tóxicas... Envidio a los que ahora duermen. Quiero dormir pensándote".
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