"No me atrevo a cerrar los ojos, ni a pestañear... Cada nervio de mi cuerpo está ausente e insensible... Te ofrecería un cálido abrazo, te abrazaría durante un millón de años haciéndote sentir mi amor. Ojalá supiera qué es lo que me hace seguir amándote tanto... No tengo ni idea de lo que quiero, o tal vez sí, pero no estoy seguro del todo".

Dylan & Vega

"¿Cómo es posible conocer a priori cuál de nuestras decisiones a tomar es la correcta?"

"Te conocí de madrugada en el barrio destartalado de mis sueños. Te regalé unos zapatos de gamuza azul y me invitaste a cenar caracoles un sábado por la noche. 'La vida hay que vivirla', me dijiste. 'Si la vida te deja', te respondí. Sin violines en la recámara me besaste con sabor a frutas del bosque, y ahora vivo con un hígado enfermo y el corazón roto".

"No despegarse del móvil por si nos llama, atiborrarse de helado de chocolate mientras suenan las canciones con las que nos enamoramos, comprar compulsivamente objetos prescindibles para paliar la ansiedad, llorar al confundir su cara con la de cualquier transeúnte de parecido nada razonable..."

"Otro momento, hace un instante, una eternidad ahora, en el que el recuerdo de tu mirada posada sobre una cuartilla en blanco, a punto de caligrafiarla de vida, consigue que mis ojos se transformen en ventanas melancólicas hacia un pasado irrenunciable, mejor que el mejor de los presentes posibles".

"Existe una meta, pero no un camino. Lo que llamamos camino son vacilaciones, pensó por pensar".

"Exploradores del abismo" (Enrique Vila-Matas, 2007)