"Permaneció sentado, inmóvil, reflexionando sobre su estado actual y su posible solución. Siempre le había maravillado el obstinado afán de sus congéneres por concretar sus particulares idiosincrasias y armonizarlas con el mundo exterior. Hacía tiempo, en los lejanos albores de su vida, que había tomado conciencia, por vez primera, de su condición de extranjero del mundo, y de la soledad metafísica que, insalvable, desde ese preciso instante, le caracterizaría y le perseguiría fuese donde fuese e hiciese lo que hiciese".
Fragmento de la inacabada "La metamorfosis del extranjero"
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