"...en su esencia ocultaba algo que no volvería pese a todas las nostalgias, que no se curaría por muy laboriosos que fuesen los esfuerzos".
"Lo único que la distinguía de un cadáver era que respiraba y tenía la sangre caliente. De hecho, cuando se despertara a la mañana siguiente, ¿acaso sería muy distinta de un cadáver con los ojos abiertos?"
"La casa de las bellas durmientes" (Yasunari Kawabata, 1961)
1 comentario:
no todos los ke respiramos estamos vivos.
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