jueves, febrero 26, 2009

"Apenas le quedaba corrector con el que eliminar las múltiples erratas que salpicaban, más que menos, su novelesca biografía; sin embargo, mantenía inmutable, inmune a desestabilizadores externos y tenazmente arraigado en el tuétano de sus huesos, el espíritu positivo y alegre, frecuente objeto de envidias entre sus fieles enemigos, que tan bien le había escoltado hasta el día de hoy, y tocaba madera, en el oficio de vivir, en lo que él bautizó como nuestra temporada entre lo bello y lo triste".

1 comentario:

Anónimo dijo...

PARECE EL FINAL DE UN ACTO IMPORTANTE EN DIRECCIÓN A OTRO MAS IMPORTANTE TODAVIA.
SUERTE PARA TODOS LOS INVOLUCRADOS.
MIO