"El sueño del celta" (Mario Vargas LLosa, 2010)
Caminante, son tus huellas el camino y nada más; caminante, no hay camino, se hace camino al andar.
viernes, diciembre 31, 2010
miércoles, diciembre 15, 2010
martes, noviembre 16, 2010

"Ni me explico, ni me entiendes" (Xavier Guix, 2004)
domingo, octubre 31, 2010

Giovanni: Pero si es cierto eso, si quisieras estar muerta, significa que me quieres todavía.
Lidia: No, solamente es piedad.
La noche (La notte, 1961)
sábado, octubre 16, 2010

"El cielo es azul, la tierra blanca. Una historia de amor" (Hiromi Kawakami, 2009)
domingo, septiembre 19, 2010
William Ernest Henely
lunes, septiembre 13, 2010
domingo, julio 04, 2010
"Reconstruye con la imaginación la tarde que podía haber pasado en su casa, cómodamente, preparando la comida que ha comprado, tumbándose en el sofá junto a la estantería de los libros y leyendo hasta caer rendido de sueño. A primera vista, es una escena encantadora y convincente de placer hogareño. Solo pasados unos instantes advierte George la omisión que la hace insensata. Lo que queda excluido es Jim, echado al otro lado del sofá, leyendo también; los dos absortos en sus libros y, no obstante, plenamente conscientes de su mutua presencia".
"Un hombre soltero" (Christopher Isherwood, 1964)
viernes, junio 18, 2010

"Retrato de un hombre inmaduro" (Luis Landero, 2009)
martes, mayo 11, 2010

Lou Reed
lunes, mayo 10, 2010

"De qué hablo cuando hablo de correr" (Haruki Murakami, 2007)
martes, mayo 04, 2010
"Pasé los ratos más memorables de mi infancia en el parque de mi barrio. Era un ambiente contradictorio, al mismo tiempo hostil y cálido. Podías encontrar a abuelas cuidando de sus revoltosos nietos, a solitarias viejas dando de comer a las numerosas palomas que por allí rondaban o a jovenes parejas paseando cogidas de la mano, y no muy lejos, en la pista de fútbol, en una de sus esquinas, a los quinquis del lugar trapicheando, planeando alguna fechoría para animar la tarde o riéndose de algún pobre chaval que veía como su pelota naranja era destrozada por las fauces de sus chuchos. La primera vez que vi esnifar pegamento fue detrás de los arbustos de la fuente central al enemigo público número uno, el jefe de los quinquis, un muchacho que no debía de superar los 16 años, de tirabuzones rubios y ojos azules, del cual se contaban historias tremendas que hacían que los más jovenes y crédulos le tomásemos por el hombre más peligroso sobre la faz de la tierra".
lunes, mayo 03, 2010
"Queen fue la primera banda que consiguió atrapar por completo mi curiosidad juvenil por la música popular. Parte de culpa la tuvo mi compañero de pupitre de aquella época que, influido por los gustos musicales de su hermano dos o tres años mayor que nosotros, tarareaba sin descanso los grandes éxitos del grupo que tenía recopilados en una cinta de noventa minutos. Mi grado de conexión e implicación con el grupo era tan grande que llegué a defender con uñas y dientes, alguna vez casi con puños, rodillas y mandíbula, cualquier grabación de los ingleses, incluso lo más hortera, vulgar e insulso, vestir camisetas customizadas con las caras de los cuatro integrantes y (des)peinarme como Brian May. Gracias a la diosa naturaleza no podía dejarme todavía bigote a lo Freddy Mercury".
domingo, mayo 02, 2010
"Mi nombre no tiene importancia, tengo más edad de la que aparento y resido en el último piso de un pequeño edificio en las afueras de la ciudad donde nací. Cuando era crío, durante unas jornadas religiosas con el colegio, uno de los monitores, estudiante de psicología, utilizó a varios de los educandos allí presentes, entre ellos yo, como sujetos de estudio para un trabajo de fin de curso sobre la conformación y evolución de la personalidad en los preadolescentes y adolescentes. Días más tarde, ya en el colegio, el psicólogo en ciernes se reunió conmigo y mis estupefactos progenitores para comentar mis inquietantes resultados de la prueba y las posibles actuaciones a seguir para reconducir mi, a todas luces, problemática predisposición a comportamientos antisociales."
jueves, abril 15, 2010
domingo, abril 04, 2010
miércoles, enero 27, 2010
"Mis días como profesor de Literatura comenzaron décadas atrás más por el esfuerzo de un azar caprichoso que por una imperiosa e inexorable vocación didáctica. No puedo decir sin engañarme, sin engañaros, que mi pasión por los libros y la lectura se extendiese de manera majestuosa e inmediata a la práctica docente, pero es cierto, para ser justos, que con el transcurrir de los años y algún que otro buen consejo de mis colegas la profesión se me hizo más placentera y reconfortante, menos traumática, que lo que mi poco dotada imaginación pronosticó en un principio. Llegué a sentir respeto y un sincero aprecio por la enseñanza. Ahora todo ha cambiado, yo he cambiado. El tiempo ha pasado, la experiencia del fracaso de nuestras herramientas de comunicación interpersonal, la constatación dolorosa de ese fracaso, ha dejado su poso en mi cuerpo, en mi corazón y en mi alma en forma de un inmenso agujero negro de absoluta apatía. No quiero hablar. No quiero escuchar a nadie. Me resulta absurdo. Es absurdo. Estéril. Falso".
martes, enero 05, 2010
lunes, enero 04, 2010
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